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martes, 6 de diciembre de 2011

La inmovilidad en los viajes largos eleva el riesgo de coagulación sanguínea

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Pasajeros
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  • La inmovilidad prolongada puede provocar una trombosis venosa profunda, que puede desembocar en embolia pulmonar, taquicardia o dolores en el pecho.
  • Es lo que se conoce como síndrome de la clase turista.
  • Consejos de la Fundación Española del Corazón para evitarlo.

Son estos de diciembre días de viajes. Muchos optan por realizar largos trayectos en avión, tren, autobús o coche, donde deberán permanecer durante varias horas sentados en un asiento, sin espacio para estirar las piernas. No es una situación ideal para nuestro organismo; por eso conviene tomar ciertas medidas para evitar sufrir el llamado síndrome de la clase turista.

La inmovilidad acumula la sangre en las venas de las piernasRecuerda la Fundación Española del Corazón (FEC) que este síndrome aparece cuando debe permanecerse inmóvil en lugares reducidos que limitan el movimiento durante períodos prolongados, produciéndose una dificultad de retorno de la sangre al corazón y forzando su acumulación en las venas de las piernas.

Esta situación puede provocar la formación de un coágulo en las venas de las piernas, que puede llegar a provocar una embolia de pulmón. Ésta se manifiesta en forma de dificultades respiratorias, taquicardia, dolores en el pecho, y en algunos casos como pérdida de conocimiento. Sus síntomas son hinchazón y dolor en las piernas.

Más riesgo en el avión

Aunque el síndrome puede darse en trenes, autobuses o coches, suele ser más habitual en los aviones, debido a la disminución relativa de la presión barométrica y a la baja humedad que presentan. Los síntomas se perciben, a veces, días después del viaje en avión, aunque en la mayoría de los casos en que existe accidente embólico, se produce coincidiendo con el descenso del avión.

A veces, los síntomas se perciben días después del viajeEl síndrome de la clase turista es mucho más probable en aquellos que sufren de sobrepeso, hipertensión, tienen antecedentes cardiacos, se tratan con estrógenos o anticonceptivos orales, presentan una edad avanzada, padecen de enfermedades de coagulación, han sido operados recientemente o consumen alcohol y tabaco.

Para evitar el síndrome de la clase turista la FEC da una serie de consejos:
  • Elegir los asientos del pasillo, pues permiten más movilidad.
  • Levantarse al menos una vez cada una o dos horas para estirar las piernas. En el caso del coche, habrá que parar para pasear.
  • Realizar ejercicios de contracción y estiramiento desde el asiento: subir y bajar los dedos de los pies, realizar movimientos circulares de tobillos, abrir y cerrar los dedos de ambas manos, girar el cuello en ambos sentidos, estirar los músculos de las piernas y realizar respiraciones diafragmáticas profundas.
  • Evitar cruzar las piernas, que nos cuelguen o tenerlas excesivamente dobladas.
  • No situar equipaje bajo el asiento delantero (reduce el espacio donde colocar las piernas).
  • Evitar alcohol, té y café (tienen efecto diurético y/o vasodilatador), pero beber abundante agua para hidratarnos.
  • No llevar prendas ajustadas ni cinturones o cordones que nos opriman.
  • Los pacientes de alto riesgo deberán llevar medias o calcetines de compresión hasta las rodillas para ayudar a las venas dilatadas a que recuperen su forma original. Estas personas deberán tomar una pastilla de acidoacetilsalicílico antes, durante y después del viaje.
(Fuente: 20minutos.es)

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