Cuando el ser humano se conoce y toma las riendas de su persona, comienza el camino hacia los verdaderos milagros.

lunes, 14 de junio de 2010

La energía de los alimentos

La energía de los alimentos

La importancia de conocer los efectos de los alimentos

Por Montse Bradford
En general es muy fácil poder corregir los problemas de peso, si entendemos profundamente como alimentarnos. Para ello debemos comprender que cada alimento tiene una vibración y un efecto. Unos, como el alcohol o las especies, generan una reacción rápida, y otros no nos enteramos de su efecto, aunque se irán acumulando paulatinamente, lentamente y profundamente en nuestro cuerpo, produciendo este peso indeseado, y que con la edad, parece mas difícil de que desaparezca. Es importante comprender muy bien los efectos de los siguientes alimentos, si deseamos perder peso:
1) ALIMENTOS QUE NOS PRODUCIRAN PESO DENSO
Alimentos con grasa saturada. Todas las carnes, aves, embutidos, jamón, todos los quesos, huevos, excesos de sal y condimentos salados, horneados de harina y pan.
Se acumularan muy lentamente en lo mas profundo de nuestro cuerpo, y son los que será mas difícil poder eliminar.
¡Es importante recordar que si deseamos eliminar grasa, tenemos que dejar de comerla!
2) ALIMENTOS QUE NOS PRODUCIRAN PESO FOFO
- Alimentos altos en calorías: Alcohol, bebidas gaseosas azucaradas, néctares de frutas, azúcar, chocolate, pastelería, bollería, helados, miel, sirope de arce, azúcar de caña, fructosa, sacarina, mermeladas con azúcar…
-       Alimentos que producen enfriamiento, apagan el fuego digestivo (entorpecen la eliminación de las grasas saturadas). Hinchan y expanden los intestinos y producen retención de líquidos ya que debilitan los riñones: Exceso de frutas tropicales y locales,  zumos, verduras solanáceas (tomates, pimientos, patatas y berenjenas),  helados, bebidas o comidas frías, leche de soja, tofu crudo, leche y yogures, kefir, alcohol y exceso de ensaladas crudas.
-       Alimentos altos en grasa saturada y con efecto enfriante (congelación de las grasas en nuestro cuerpo): Leche, mantequilla, nata, yogures, kefir, quesos blandos y cremosos, helados, también se podría considerar un exceso de aceite crudo…
Llegados a este punto podríamos preguntarnos ¿qué puedo comer? No hay que inquietarse, podemos alimentarnos y nutrirnos perfectamente, con más alimentos de origen vegetal. Los alimentos que la Madre Tierra nos ofrece en abundancia. La alimentación tradicional, que consumieron nuestros antepasados durante miles de años, estaba basada en cereales integrales, verduras y frutas locales y estacionales, semillas, frutos secos con una pequeña cantidad de productos animales, algas y condimentos naturales.
Podemos cocinar con deleite alimentos vegetales, tanto cereales, legumbres y proteínas vegetales, como verduras, algas, postres, etc… de forma suculenta, nutritiva, sensorial y que nos aporte la energía y vitalidad que necesitamos a diario. Tenemos que aprender a cocinar especialmente las proteínas vegetales, para poder integrar en nuestro repertorio semanal los platos “de siempre” pero con ingredientes sanos y naturales.
“Comer lo que se necesita, pero en forma que se desea.”
Hay que aprender a incluir en nuestra alimentación, la “cocina de la abuela”. Todos sabemos muy bien de que se trata. Una cocina con sabor, color, nutrición, solidez y basada en su mayor parte en alimentos naturales y del campo.
¡No podemos vivir tan solo de ensaladas y arroz integral! Si lo hacemos, tarde o temprano, volveremos a estos alimentos de origen animal (grasas saturadas) que hemos mencionado buscando sabor, texturas, solidez, densidad  o deseando compensar la carencia energética que nos falta con comida estricta, aburrida, sin variedad  y monástica.
La calidad de la energía acumulada, vendrá determinada por la calidad de la energía consumida.
Montse Bradford es escritora, experta en nutrición natural y energética. Autora de ‘La nueva cocina natural y energética’ y ‘La alquimia en la cocina’

No hay comentarios:

Publicar un comentario